Siempre escuchas acerca de las persona que conocen exactamente lo que quieren hacer con sus vidas desde que tienen cuatro años. Se enamoran desde temprano con algo que los llevará a obtener su empleo ideal. Eso no me pasó a mí.

Como la ciencia misma, mi viaje para convertirme en una científica fue lento, y fui ayudada en el camino por muchos maestros y profesores que me revelaron y me enseñaron el camino. Ahora puedo pasar cada día enseñando nuevas cosas y creando nuevo conocimiento.

Un pequeño pueblo para un gran colegio

Como la mayoría de los estudiantes que obtienen buenas notas en sus clases de matemáticas y ciencia durante sus años de escuela elemental y superior, yo también encontré personas presentaron para convertirme en doctor. Yo provengo de un pequeño pueblo en la parte rural de Carolina del Sur y no había considerado muchas opciones profesionales para cuando me graduara de escuela superior.

“Científico” esta mente no estaba en la lista de alternativas de las profesiones regulares como  médico, maestro, abogado o ingeniero, pero todo eso cambió cuando pase de la escuela superior donde solamente 200 estudiantes a la universidad pública de Clemson, donde había sobre 20,000. Nunca me olvidaré del sentimiento al caminar y entrar a mi primer seminario de biología y ver un grupo de más de 300 estudiantes mucho más que mi escuela superior completa.

Yo nerviosamente encontré una silla y esperé por el tipo de profesor que ves en los programas de la televisión, mayor y amargado. Lo que obtuve fue exactamente lo contrario Dr.  Espinosa era apasionada de su trabajo y se preocupaba mucho por sus estudiantes, juego de dos semestres en su clase me enamoré de la biología. Sus clases apasionantes sobre las células, la ecología y todo lo que tiene que ver con la biología me hizo pensar que habían otras opciones además de ser médico significaba que yo estaba destinada a una carrera en la investigación biológica.

Persiguiendo mi amor por la biología

Gracias a Dr. Espinoza muchos profesores como ella encontré que los científicos no son criaturas míticas de las cuál solo escuchas en el canal de National Geographic. Son personas que contestan preguntas y resuelven problemas.

Te voy a buscar oportunidades para hacer proyectos científicos verdaderos y ver si me los disfrutaba. Mientras estuve en Clemson, estuve tres años investigando la biomecánica (una palabra rebuscada para decir la forma en que los animales se mueven ) de las tortugas. Aprendí cómo hacer buenas preguntas, cómo diseñar experimentos , como recoger datos y cómo compartir lo que aprendí con otras personas

Gustado, disfruté cada minuto. No siempre fue fácil o divertido, pero estuve continuamente aprendiendo y utilizando mi cerebro para resolver problemas. Me di cuenta que era una de mis cosas favoritas acerca de la ciencia. Todos los días es algo nuevo. Busque posiciones como estudiante graduada para poder continuar investigando y contestando preguntas acerca del mundo que me rodea y me llevó a la universidad de Auburn donde actualmente trabajo como estudiante de biología candidato al grado de Ph.D.

No me de la ciencia fue un proceso largo para mí pero me llevó a obtener el trabajo que amo.