Muchos de nosotros dependemos de las redes sociales para obtener información climática. Sin embargo, debido a que la información se difunde tan fácilmente, la desinformación también puede apoderarse de nosotros.
La información engañosa o incorrecta que circula sobre el cambio climático se denomina desinformación climática. Las redes sociales juegan un papel importante en la desinformación climática.
Pinterest, un sitio virtual para guardar y compartir fotos, prometió recientemente prohibir los anuncios y publicaciones sobre la negación del cambio climático o la información errónea. Esto es en respuesta a la creciente preocupación por esta tendencia creciente.
La empresa de redes sociales Facebook ha reconocido la desinformación climática en su plataforma y ha establecido un centro de ciencias climáticas para brindar información basada en la ciencia a los lectores.
Sin embargo, el grupo de vigilancia Real Facebook Oversight Board informó que Facebook todavía no identifica las publicaciones de negación climática, especialmente en las publicaciones en idiomas extranjeros. Este es un descuido grave porque el 87% de sus fondos de desinformación se gasta para combatir la información errónea en publicaciones en inglés, ¡aunque solo el 9% de sus lectores hablan inglés!
Averigüemos más sobre el problema de la desinformación climática y qué se puede hacer para combatirlo.
¿Cómo se propaga la desinformación climática?
Hay múltiples formas en que se propaga la información errónea sobre el clima. “Distraer y retrasar” es una táctica que intenta desestimar el impacto del cambio climático y las soluciones.
A veces, la información errónea se difunde explotando el sesgo de una persona. Un sesgo hace que una persona juzgue las cosas desde un punto de vista particular. Un ejemplo de cómo la desinformación explota el sesgo es mediante el uso del sesgo social. El sesgo social hace que sea más probable que las personas crean información de fuentes familiares. El sesgo cognitivo aumenta la posibilidad de que las personas crean información sin confirmar su validez y compartan información errónea con facilidad.
Combinar el sesgo con el algoritmo de las redes sociales es una mezcla dañina. La mayoría de las redes sociales rastrean las preferencias de los usuarios, por lo que la plataforma del usuario estará hecha a la medida para defender sus creencias. Esto significa que la plataforma solo muestra información similar a la que buscó el usuario, en lugar de desafiar sus creencias.
Finalmente, está el greenwashing, que es información errónea difundida por organizaciones para verse mejor para el medio ambiente de lo que realmente son. Las empresas de la industria de los combustibles fósiles utilizan este método en su beneficio. Estas empresas usan plataformas para publicar anuncios y contenido que los retrata positivamente o puede difamar la energía limpia. Cuanta más gente reaccione a su contenido, más se propaga.
Tomando acción
Para minimizar la información errónea, las empresas de redes sociales pueden tomar medidas censurando a sus usuarios. Twitter ha cambiado su algoritmo para recomendar primero fuentes de información precisas. Y la página de "Temas" de Twitter ahora incluye un tema sobre el cambio climático que hace referencia a fuentes científicas creíbles.
Google ha adoptado una postura similar a la de Pinterest, eliminando los anuncios que respaldaban la negación del cambio climático. Muchas publicaciones y empresas publicitarias también se niegan a trabajar con empresas de combustibles fósiles en un esfuerzo por reducir el lavado verde. Las empresas están empleando una serie de soluciones creativas, como agregar páginas temáticas y negarse a trabajar con empresas que difunden información errónea.
La desinformación sobre el cambio climático nos afecta a todos. Del mismo modo, personas como tú y como yo también pueden afectarlo. Si ve una publicación informativa en línea, deténgase antes de compartirla o tómela en serio. Preguntar por las fuentes y verificar la validez de las fuentes puede desacreditar muchas de las afirmaciones falsas que se difunden en línea.
Fuentes: NPR, NYTimes, Guardian, NRDC, Aspen Ideas, Global Witness