Al visitar una playa escénica, ¿es parte de sus expectativas de vacaciones maravillarse con un tramo gigante de algas marinas de miles de millas de largo?
Una enorme multitud biodiversa de algas marinas que se extiende por más de 5,000 millas y pesa más de 10 millones de toneladas, conocida como el cinturón Sargassum, está flotando desde África Occidental hasta el Golfo de México a través del Atlántico medio.
Este fenómeno que alguna vez fue natural se ha transformado en una fuerza devastadora y sin precedentes. Esto es lo que necesita saber sobre el Gran Cinturón de Sargassum del Atlántico y su creciente importancia.
El cinturón de sargazo
Sargassum se refiere a varias especies de algas marinas marrones, sin raíces, con bolsillos llenos de aire que le permiten flotar. Los cinturones, que en realidad son una colección de masas de algas, crecen históricamente en el Océano Atlántico Norte, conocido como el Mar de los Sargazos. Este mar está delimitado por corrientes oceánicas por todos lados, que llevan los cinturones de algas a diferentes regiones atlánticas.
Mientras circulan por el océano, estas masas similares a islas brindan refugio y alimento para la vida marina, como crustáceos, peces, tortugas y aves costeras, y sirven como puntos de acceso biológico similares a los arrecifes de coral. Además de ser un ecosistema beneficioso, absorben CO₂ de la atmósfera.
Desde 2010, se han observado cambios en el tamaño y el patrón de migración de los cinturones, pero el culpable sigue sin estar claro.
Más grande, pero no mejor
Las presuntas causas del repentino auge en el crecimiento de las algas marinas son la escorrentía agrícola y otras actividades humanas que dan como resultado niveles no naturales de nitratos y fosfatos que viajan a través de los principales ríos hacia el océano. Otros factores, como las arenas del desierto del Sahara ricas en nutrientes que soplan sobre los océanos, pueden fertilizar el sargazo, lo que contribuye a su rápido crecimiento.
Impactos negativos
Los cambios recientes en las corrientes y el aumento de la temperatura del océano pueden estar causando que los cinturones de sargazo cambien su ruta habitual y viajen hacia el oeste hacia áreas como Florida, el Caribe Oriental y México, afectando a muchas comunidades del Atlántico.
Actualmente, más de 200 toneladas del Sargassum Belt han llegado a la costa. El crecimiento excesivo de algas ahoga la luz del sol en el lecho marino a medida que se extiende sobre aguas poco profundas. Especies clave como el coral y la hierba marina, que requieren la luz del sol para sobrevivir, se ven muy perjudicadas por las grandes acumulaciones de sargazo que bloquean la luz.
Las tortugas marinas son una de las especies más afectadas por la llegada de algas marinas. Sus ciclos naturales de puesta coinciden con el resurgimiento del Sargassum Belt en las costas, y las enormes pilas de algas marinas, que pueden alcanzar varios pies de altura, interfieren con la capacidad de las tortugas marinas recién nacidas para navegar hacia el agua. La limpieza de playas con maquinaria pesada destruye sus vulnerables nidos.
Además de afectar el ecosistema marino, el sargazo varado es una molestia para las comunidades costeras y los turistas. Las pilas de sargazo dan como resultado paisajes menos que ideales, y cuando se pudre, libera gases nocivos como el sulfuro de hidrógeno, que es dañino para nuestro sistema respiratorio.
Estos factores han llevado a una caída en el turismo, y los lugareños deben enfrentar los crecientes problemas que plantea a sus comunidades. Desafortunadamente, el proceso de limpieza y eliminación de playas ha resultado costoso y desafiante.
Buscando Soluciones
Mucha gente está investigando soluciones para reutilizar y desechar el sargazo. Se puede utilizar como mantillo; sin embargo, lleva arsénico, un metal pesado, y puede envenenar las aguas subterráneas.
Los investigadores están investigando métodos para eliminar estos montículos dañinos de manera ecológica; pero hasta que se encuentren soluciones efectivas, el sargazo acumulado seguirá siendo una carga.
Fuentes: NPR, PBS, The Conversation, CNN, Forbes