Cuando piensas en la contaminación de los automóviles, probablemente piensas que la fuente principal son los gases de escape.
Sin embargo, varios estudios revelan que los neumáticos y los frenos de los automóviles son los mayores culpables.
De hecho, debido a que los sistemas de escape de los automóviles se están volviendo más limpios, ¡la contaminación de los neumáticos y los frenos puede exceder las emisiones del tubo de escape!
Estos estudios resaltan sólo algunos de los muchos contaminantes emitidos por los neumáticos que están saliendo a la luz. Miremos más allá…
Partículas y contaminación del aire
Las partículas (o PM) están clasificadas como la principal fuente mundial de contaminantes del aire. Varían en tamaño, pero las partículas más finas son especialmente peligrosas porque pueden ingresar al torrente sanguíneo y causar una variedad de problemas que incluyen cáncer, trastornos reproductivos, enfermedades cardíacas y pulmonares.
En Long Beach y Anaheim, los investigadores examinaron muestras de PM de automóviles en las carreteras de California. Los resultados en Anaheim mostraron que las partículas de los frenos y neumáticos de los automóviles midieron el 30% de las emisiones totales, en comparación con el 19% de las partículas de los tubos de escape de los automóviles. Los resultados de Long Beach mostraron porcentajes aproximadamente iguales entre las dos fuentes.
En Londres se descubrió que el desgaste de los neumáticos genera más de 400 compuestos potencialmente patógenos. ¡Increíblemente, los neumáticos de un solo automóvil emiten 1 billón de estas partículas ultrafinas por kilómetro recorrido!
Los neumáticos están hechos de un 24% de caucho sintético, junto con cientos de otros componentes como acero y metales pesados (metales tóxicos), que se descomponen en fragmentos de microplástico. Estos PM contaminan el aire, el suelo y el agua.
Un estudio en la bahía de San Francisco
En la Bahía de San Francisco, se descubrió que los microplásticos de los neumáticos constituían la mitad de los 7 billones de partículas descargadas en la bahía por las escorrentías de las tormentas.
El estudio también reveló que el salmón coho moría cuando se lo colocaba en agua que contenía partículas de neumáticos. Esto explica por qué los científicos habían estado observando la muerte del salmón en los arroyos locales después de las tormentas. El estudio demostró que el polvo de los neumáticos tiene una sustancia química peligrosa llamada 6PPD, que cuando se expone al ozono a nivel del suelo, forma un contaminante tóxico que ingresa a las vías fluviales, llamado 6PPD-q.
Esta sustancia química era la causa de las muertes: los investigadores descubrieron su toxicidad en cuatro de las 11 especies de peces analizadas. El 6PPD-q está clasificado como el segundo contaminante del agua más tóxico conocido actualmente y se encuentra en vías fluviales y carreteras de todo el mundo.
Acciones y Soluciones
Europa implementará nuevas regulaciones para controlar las emisiones de escape y no escape para 2025. Además, la EPA de California estableció una regla que requiere que los fabricantes de neumáticos encuentren un sustituto para el 6PPD para 2024, o corren el riesgo de que sus productos sean retirados de los mercados de California. Estas normas atraerán más atención a la contaminación de los neumáticos y, en consecuencia, fomentarán nuevos cambios.
Empresas como Tire Collective en el Reino Unido están innovando para reducir la contaminación. Inventaron una placa electrostática que se puede montar en neumáticos y captura el 60% de las partículas emitidas durante la conducción. La placa almacena estas partículas para su reutilización.
También es posible reducir las partículas en los cursos de agua mediante la construcción de jardines de lluvia, que son depresiones poco profundas llenas de plantas para recolectar y filtrar la escorrentía de las tormentas. Son capaces de atrapar el 100% de los fragmentos de caucho del neumático y el 90% del 6PPD-q.
Aunque la contaminación de los neumáticos no estaba regulada anteriormente, hay muchos nuevos llamados a la acción. Las investigaciones sobre los desechos de neumáticos, sus productos de descomposición y sus efectos ambientales pueden informar mejor las políticas y soluciones futuras.
Fuentes: Yale 360, Washington Post, NIH, itrcweb.org