A medida que el clima se calienta, los glaciares se han ido reduciendo en todo el mundo. El glaciar Uruashraju de Perú no ha sido una excepción.
Sin embargo, tras la desaparición del hielo, un héroe inesperado viene al rescate del ecosistema local.
¿Sabías que las llamas están ayudando a rejuvenecer el paisaje árido? En un estudio de septiembre, los investigadores encontraron que las llamas restauraron la fertilidad del suelo y la salud del ecosistema a un ritmo notable en las regiones alpinas del Perú. Descubramos más.
Cambio climático y prácticas indígenas
Las llamas y alpacas domesticadas, junto con las vicuñas salvajes, son fundamentales para las tradiciones locales en los países latinoamericanos de Perú, Bolivia, Chile y Argentina.
Cada año, los pastores indígenas quechuas llevan a sus llamas y alpacas a pastar en dos estaciones: la seca y la húmeda. Durante la estación húmeda, cuando llueve más, los animales pastan en el fondo del valle. Durante la estación seca, cuando llueve menos, los animales pastan en humedales más altos que han sido regados por la escorrentía de los glaciares.
El cambio climático ha interrumpido este ciclo. Ahora, la comunidad experimenta sequías más largas y frecuentes. Esto obliga a los pastores a pastorear excesivamente los humedales, ya que el fondo del valle tiene menos vegetación. Mientras tanto, nuevas tierras quedan expuestas a medida que los glaciares se derriten, pero estos paisajes tienen pocos nutrientes, son propensos a la erosión y deslizamientos de tierra, y pueden tardar cientos de años en restaurarse.
El estudio
En su estudio, los investigadores descubrieron que este ciclo se puede romper. De hecho, ¡las propias llamas están fomentando el crecimiento de más vegetación!
Los investigadores trabajaron con la Asociación Llama 2000, una comunidad de agricultores, para examinar el efecto del pastoreo de llamas en el ecosistema local. Crearon ocho terrenos, cada uno de los cuales medía 925 metros cuadrados.
La mitad de estas parcelas estarían ocupadas por llamas, mientras que la otra mitad quedaría vacía como control. De 2019 a 2022, los investigadores monitorearon la vida vegetal y la calidad del suelo en las ocho parcelas.
Quedaron asombrados por los resultados. En comparación con las parcelas de control, las parcelas con llamas mostraron un aumento del 57% en la cobertura vegetal. La calidad del suelo también se había disparado, con niveles mucho más altos de carbono orgánico y nitrógeno. Es más, ¡se encontraron cuatro nuevas especies de plantas en los años 2 y 3 del período de observación!
¡Amor por las llamas!
Entonces, ¿cómo ejercieron las llamas su magia verde?
El estiércol y el pelaje de los animales actúan como fertilizantes naturales. Su estiércol retiene la humedad y los microorganismos saludables.
En el proceso de pastoreo y trituración de plantas, las llamas dan paso a la sucesión ecológica, un fenómeno por el cual las especies de plantas en un hábitat cambian con el tiempo. ¡Esto se debe a que el estiércol de las llamas puede actuar como portador de nuevas especies de plantas!
De hecho, en un análisis del estiércol de llama, los investigadores descubrieron 12 especies de semillas. Cinco de estas especies todavía eran capaces de germinar. ¡Esto significa que las llamas podrían ayudar a propagar especies de plantas en tierras áridas y desglaciadas!
Un estudio similar realizado en 2020 demostró que el estiércol de las vicuñas silvestres estaba sembrando nueva vegetación en las altas montañas de los Andes de Perú.
El cambio climático está cambiando radicalmente los ecosistemas. Sin embargo, los sorprendentes efectos de las llamas en el medio ambiente muestran que estos cambios no son necesariamente todos negativos. Los ecosistemas están lejos de ser contenidos e inmutables. Si bien la pérdida de glaciares es preocupante, todavía hay esperanzas de nuevas formas de vida.
Fuentes: Phys.org, USGS.gov, Columbia.edu, Springer.com