Islandia, uno de los últimos países en practicar la caza comercial de ballenas, ha anunciado que planea poner fin a la caza de ballenas en 2024.
Hay muchas razones para esta decisión, siendo la principal la moribunda demanda de carne de ballena. Profundicemos en más razones, así como la práctica de la caza de ballenas.
Breves antecedentes sobre la caza de ballenas
Islandia, uno de los últimos países en practicar la caza comercial de ballenas, ha anunciado que planea poner fin a la caza de ballenas en 2024.
Hay muchas razones para esto Una vez que una práctica generalizada, la caza de ballenas ha contribuido a una grave disminución de las poblaciones de ballenas. ¡Solo en el siglo XX, se estima que la caza de ballenas mató a tres millones de ballenas! Las ballenas han sido buscadas por su valiosa grasa y barbas. Especies como el cachalote han perdido un tercio de su población original, mientras que otras siguen estando en peligro crítico.
Para combatir esta disminución continua de la población, la Comisión Ballenera Internacional (CBI) estableció una prohibición temporal de la caza de ballenas en 1982. También se establecieron varios santuarios de ballenas en áreas del océano. Algunas comunidades tienen un permiso especial para continuar con la caza de ballenas. Estos incluyen la caza de ballenas con fines científicos o de investigación y por comunidades indígenas donde la caza de ballenas es importante para su cultura y supervivencia.
Sin embargo, fuera de esto, países como Islandia, Noruega y Japón han continuado con la caza comercial de ballenas. Si bien Islandia no ha participado en las temporadas de caza de ballenas de 2019, 2020 y 2021, más de 1700 ballenas han muerto desde 1986.
¿Por qué Islandia pone fin a la caza de ballenas?
La decisión de Islandia se produce cuando la demanda de carne de ballena ha disminuido. Japón, el mercado más grande de Islandia, desafió la prohibición de la CBI y reabrió su propia industria ballenera en 2019.
Al mismo tiempo, los proveedores de carne de ballena se han visto muy afectados por las normas de seguridad más estrictas y la expansión de las zonas costeras de no pesca. Se ha vuelto más caro cazar ballenas, así como más difícil exportar carne de ballena desde Islandia.
Además, las regulaciones de distanciamiento social durante la pandemia han ralentizado la producción en las plantas procesadoras de carne de ballena. Algunas empresas también han boicoteado los productos islandeses en protesta por la caza de ballenas. Esto significa que la caza de ballenas puede tener un efecto negativo en la economía general del país.
A medida que la caza de ballenas se convierte en una industria moribunda, es probable que Islandia termine con toda la caza en 2024 cuando expire su licencia de caza de ballenas. Afortunadamente, Islandia puede esperar una industria de observación de ballenas más exitosa, una que atraiga el turismo y promueva la conciencia sobre estas ballenas en peligro de extinción.
Fuentes: BBC, Al Jazeera, Guardian, NRDC, NatGeo, Scientific American