Cada verano, los incendios forestales aparecen en los titulares. California en particular se ve muy afectada, con más de 300 millones de acres destruidos en los últimos años.
Pero, ¿qué pasaría si le dijera que provocar incendios forestales "buenos" intencionalmente en realidad reduce el riesgo de incendios forestales? Pero, ¿cómo podemos prender fuego y detener el fuego? ¡Vamos a averiguar!
¿Qué es la quema cultural?
La quema cultural ocurre cuando se encienden pequeños fuegos deliberadamente para renovar la tierra. Fue crucial para los estilos de vida de los indígenas americanos y beneficioso para el medio ambiente.
Cuando la maleza se quema con regularidad, las cenizas fertilizan el suelo y lo preparan para nuevas plantas. Estos incendios ayudan a las secuoyas y otros árboles a liberar semillas y a hacer brotar nuevos árboles jóvenes.
La quema cultural mantiene manejables las especies de insectos, elimina las plantas invasoras que inhiben los cursos de agua y permite que entre agua limpia a la cuenca. En resumen, la quema cultural es necesaria para un medio ambiente más saludable.
Para contener los incendios, la quema se realiza en pequeñas secciones. Las condiciones climáticas deben ser bajas en viento y humedad, y los escombros del bosque deben estar secos y crujientes. Se cavan zanjas y se llenan de agua para contener el fuego. Los bomberos están preparados para apagar las llamas si se salen de control. Las precauciones de seguridad se observan estrictamente debido a la naturaleza impredecible del incendio.
La renovación de un ciclo
En 1850, se aprobó la Ley para el Gobierno y la Protección de los Indios en el Territorio de California. La ley prohibía iniciar incendios intencionales, lo que efectivamente puso fin a la práctica de quemas culturales allí, y se instituyeron prohibiciones similares en todo el país.
Hubo varias razones para las prohibiciones, pero un factor importante fue el deseo de los agricultores europeos de proteger sus cultivos. Sin que ellos lo supieran, la ausencia de quemas culturales, junto con la sequía histórica, eventualmente crearían el ambiente perfecto para incendios forestales devastadores.
Con el elevado número de desastres por incendios forestales en California, la necesidad de una solución es urgente. En 2018, California expresó su deseo de “crear una cultura donde el fuego sea una herramienta, no una amenaza”. Los pueblos indígenas han formado varios programas para ayudar en la reintroducción de esta práctica.
La asociación entre las tribus Yurok y Karuk de California y el Nature Conservatory Prescribed Fire Training Exchange (Trex) es uno de esos proyectos. Trex es una red global de eventos destinada a educar a los bomberos sobre el concepto y los procedimientos de quema cultural. En 2019, treinta practicantes del fuego indígenas vinieron de países lejanos, como España, para unirse al evento Yurok Trex.
Avanzando
La quema cultural puede reducir drásticamente tanto la intensidad como la frecuencia de los incendios forestales, y es un proceso delicado que requiere una ejecución cuidadosa.
Pero lo bueno es que los gobiernos y los pueblos indígenas están trabajando juntos para readoptar la cultura. De hecho, Florida quema intencionalmente más de 2 millones de acres cada año, y California está comenzando a seguir el ejemplo quemando 125.000 acres de tierras silvestres al año.
El fuego suele verse como algo que se debe evitar en todas las circunstancias, pero quizás deberíamos pensarlo de otra manera. La quema cultural no curará la crisis climática, pero ciertamente puede ayudarla. ¡Esperemos que esta práctica pueda continuar reduciendo los incendios forestales y beneficiando al medio ambiente!
Fuentes: Guardian, Nature, Rewilding Mag, NPS, gca.org