El martes 15 de marzo, el mundo perdió a un pionero en astrofísica. El Dr. Eugene Parker falleció a principios de la semana pasada a la edad de 94 años.
El Dr. Parker era conocido por su investigación revolucionaria de heliofísica, la ciencia del sol y sus interacciones con el sistema solar.
En 1958, el Dr. Parker escribió un artículo en el que predecía la existencia del viento solar y que el sol arrojaba plasma y partículas calientes cargadas al espacio. Sin embargo, la comunidad científica inicialmente se encontró con dudas sobre el artículo, ya que hasta entonces se creía que el espacio era un vacío. Más tarde, la misión de la nave espacial Mariner 2 de la NASA confirmó la existencia del viento solar.
¿Qué es el viento solar?
Los vientos solares emergen de la ardiente superficie del sol, conocida como corona. La corona del sol, que puede alcanzar temperaturas de más de 6000ºF, es tan caliente que la gravedad del sol no puede mantenerla en su lugar.
Como resultado, partículas de electrones y protones y masas de plasma son arrojadas al sistema solar a velocidades de millones de millas por hora. La temperatura, la velocidad y el campo magnético de las partículas expulsadas varían según el ciclo solar de 11 años. También depende de si las partículas expulsadas provienen del ecuador solar o de otras regiones de la superficie solar que son más débiles.
El campo magnético de nuestra Tierra nos protege de estas partículas dirigiéndolas hacia los polos. De vez en cuando, el sol también envía enormes erupciones de partículas cargadas, conocidas como eyecciones de masa coronal (CME). Los CME pueden afectar las comunicaciones satelitales y de radio de alta frecuencia. Además, las partículas cargadas pueden provocar apagones eléctricos cuando interactúan con las redes eléctricas de la Tierra.
Los descubrimientos de Parker no terminaron con las erupciones solares: su investigación posterior estudió el magnetismo en las galaxias, los rayos cósmicos y una variedad de temas relacionados con la astrofísica.
El legado de Parker
Quizás el tributo más notable al trabajo del Dr. Parker es Parker Solar Probe. Esta nave espacial del tamaño de una camioneta se aproxima al Sol para tomar fotografías del vapor exterior de partículas cargadas que escapan de la corona del cuerpo ardiente.
De hecho, a principios de 1972, el Dr. Parker había propuesto que innumerables pequeñas erupciones solares estaban sobrecalentando y cargando la corona del sol. Décadas más tarde, en 2020, los investigadores observaron la posibilidad de nanoflares en la proximidad de la corona a través de imágenes satelitales de Parker Probe.
El Dr. Parker fue realmente un visionario cuyas teorías formaron la base de la heliofísica moderna y cambiaron la forma en que vemos nuestra estrella más cercana.
Fuentes: NASA, Space, NYTimes, CNN