Si has visto la película "Madagascar", es posible que estés familiarizado con Julien el lémur de cola anillada y Maurice el aye-aye, ¡ambos miembros de los diversos hábitats de esta isla!
Sin embargo, este país que creemos que está repleto de vegetación y vida silvestre ahora se enfrenta a una gran crisis alimentaria debido a una sequía en curso que la nación ha estado luchando durante los últimos cuatro años.
Madagascar, ubicada en el sur de África, es el cuarto país insular más grande del mundo. Recientemente, la ONU (Naciones Unidas) informó que 30.000 personas en esta nación insular padecen hambre de nivel cinco.
El nivel cinco representa el nivel más extremo de comida. inseguridad, lo que significa que estas personas no pueden acceder a comidas nutritivas y se ven obligadas a depender de una menor calidad y cantidad de alimentos.
¿Qué contribuyó a esta hambruna?
Varios factores han contribuido a esta hambruna, incluida la falta de lluvias, las tormentas de polvo y, lo que es más alarmante, el cambio climático.
La falta de lluvia dificulta enormemente el crecimiento de los cultivos y los agricultores están luchando para mantener a sus familias debido a las malas cosechas.
Las tormentas de polvo, conocidas localmente como tiomenas, también se han vuelto más frecuentes en los últimos cinco años. Dado que la sequía ya está secando el suelo, estas tormentas son especialmente peligrosas porque pueden barrer las capas restantes de suelo fértil para el cultivo de alimentos.
El aumento de la aridez en Madagascar se ha atribuido a los patrones climáticos cambiantes causados por El Niño, un fenómeno natural que calienta las aguas superficiales del océano en el Océano Pacífico tropical oriental. A menudo se asocia con causar sequías severas y hambruna.
Sin embargo, los datos del IPCC (Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático) muestran que el aumento de la sequedad puede estar directamente relacionado con el calentamiento de la atmósfera.
¿Qué se está haciendo para ayudar a Madagascar?
Con pocas opciones restantes, muchas familias han sobrevivido a base de insectos como langostas y hojas de cactus. Algunos incluso hervían cuero en un intento desesperado por aliviar los calambres estomacales del hambre.
En las regiones más remotas de Madagascar, como Ambovombe, Ampanihy Ouest, Beloha y Tsihombe, el transporte de suministros para ayudar a la población es especialmente difícil debido al terreno accidentado. La inseguridad alimentaria en estos distritos está en niveles extremos y más del 55% de las personas necesitan asistencia urgente.
Para ayudar a la población a recuperarse y comenzar a producir suficientes alimentos lo antes posible, la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación) está solicitando 40,4 millones de dólares para brindar ayuda a Madagascar. El PMA (Programa Mundial de Alimentos) también está ayudando a las comunidades enviando suministros y ayudándolas a adaptarse mediante el desarrollo de un nuevo plan de gestión del agua y la siembra de cultivos que se adapten mejor a esta nueva realidad.
La situación que se está desarrollando en Madagascar es considerada la primera hambruna inducida por el clima por la ONU. Aún podemos ralentizar los impactos si actuamos pronto para detener las emisiones de gases de efecto invernadero.
Fuentes: BBC, FAO, Washington Post, DW, WHO, Al Jazeera