Decir que los últimos meses han sido una locura en el noroeste del Pacífico y la Columbia Británica sería quedarse corto.
A partir de junio, la región experimentó temperaturas récord que provocaron sequías e incendios descontrolados, matando a unas 600 personas. Poco tiempo después, fue azotada por una ola de intensas inundaciones que provocaron peligrosos deslizamientos de tierra.
“En los últimos seis meses, B.C. [Columbia Británica] se ha quemado y se ha ahogado. Entonces, realmente no hay mayor evidencia del cambio climático en este momento que aquí en Columbia Británica ”, dijo Merran Smith, director ejecutivo de Clean Energy Canada, en un comunicado que resumió los últimos seis meses.
Una cascada de eventos
Según los científicos, el orden de los fenómenos meteorológicos extremos observados en la región sigue una secuencia de "efectos compuestos". Cada evento meteorológico produjo sus propios resultados catastróficos, pero combinados, tuvieron un impacto mucho más significativo
Por ejemplo, las sequías causadas por el intenso calor secaron muchas de las plantas y árboles, creando un espacio ideal para que se quemen los incendios forestales. Estos incendios forestales mataron gran parte de la vegetación del área, dejando el suelo estéril e incapaz de absorber el agua. Como resultado, el agua de lluvia se escurrió de la superficie del suelo y dejó condiciones peligrosas para deslizamientos de tierra durante las inundaciones.
Las fuertes inundaciones que sufrió la Columbia Británica el mes pasado fueron el resultado de más de un pie de lluvia de una "cinta transportadora" de vapor de agua de 2.600 millas de largo. Esta banda de humedad, conocida como río atmosférico, se originó en Hawai y viajó rápidamente al área del noroeste del Pacífico, donde desató torrentes de lluvia.
Aunque el clima cálido seguido de un período de lluvia es normal para el área, las temperaturas fueron récord y los ríos atmosféricos trajeron casi un pie de lluvia. Los expertos concluyeron que el cambio climático influyó en el orden y la intensidad inesperada de estos eventos.
El impacto y la recuperación
Las fotos del mes pasado mostraron el rastro de destrucción dejado por estas inundaciones mientras devastaban la Columbia Británica y el estado de Washington.
Como muchas casas y negocios se vieron inundados por las fuertes lluvias, miles de personas se apresuraron a evacuar a un terreno seguro. Los deslizamientos de tierra dañaron las carreteras y obstruyeron las carreteras, lo que obligó a los helicópteros a transportar por aire a cualquier persona que quedara atrás.
Mientras tanto, los expertos predicen que los costos de la catástrofe podrían ascender a cientos de millones de dólares estadounidenses una vez que comience la recuperación. Sin embargo, los científicos advierten que lo peor no ha pasado y que la región debe prepararse para lluvias adicionales. Estas cascadas de eventos extremos son una señal más del impacto del cambio climático y la urgente necesidad de actuar.
Fuentes: NY Times, Washington Post, Seattle Times