Cuando piensas en caminar por un bosque, ciertamente no esperas que los árboles sean cilindros gigantes de metal.
Por extraño que parezca, los árboles mecánicos pueden convertirse en una solución para eliminar las emisiones de dióxido de carbono (CO2) de la atmósfera terrestre.
Después de siglos de quemar combustibles fósiles, la cantidad de CO2 en el aire crece a un ritmo cada vez mayor y acabar con las emisiones de gases de efecto invernadero no es suficiente. Los humanos deben eliminar directamente parte del CO2 del aire, una hazaña que pueden realizar los árboles mecánicos. Las pruebas en vivo de estos árboles comenzarán este año.
¿Qué son los árboles mecánicos?
Los árboles pueden absorber dióxido de carbono del aire y convertirlo en oxígeno a través de la fotosíntesis. Si bien los árboles no necesitan ninguna fuente de energía externa que no sea la luz solar y el agua, la velocidad a la que ocurre la fotosíntesis es bastante lenta.
Por otro lado, la tecnología actual de captura de CO2 requiere inmensas cantidades de energía al hacer funcionar grandes ventiladores y maquinaria, con energía que no se puede reciclar. Es por eso que los investigadores de la Universidad Estatal de Arizona, dirigidos por el profesor Klaus Lackner, crearon "árboles de metal", que recolectan CO2 utilizando técnicas que consumen menos energía y son más económicas.
Los árboles son altas columnas cubiertas con discos de una resina especial que recoge el dióxido de carbono del aire. Estos "árboles" se describen como parecidos a una gran pila de discos de vinilo.
El proceso de tomar CO2 directamente de la atmósfera se conoce como Captura Directa de Aire. Para recolectar CO2, los investigadores comienzan con una resina química que, mientras se seca, recolecta y almacena CO2. El material seco acumula cantidades aún mayores de CO2 cuando se expone al viento. Los discos tardan aproximadamente 20 minutos en llenarse. Luego, los discos de resina se bajan a un recipiente y se exponen al agua y al vapor, lo que libera el gas. El contenedor retiene y almacena el gas, y recicla el calor utilizado durante este ciclo.
¿Cuáles son los retos?
Lackner está preocupado por la publicidad que rodea a los árboles mecánicos. El Departamento de Energía está tratando a los árboles como tecnología probada. En realidad, los árboles todavía necesitan mucho tiempo y fondos para probarlos antes de que estén listos para el uso público.
El almacenamiento a largo plazo es otro desafío a considerar, pero según Lackner, el CO2 forma sólidos cuando reacciona con minerales ricos en calcio. Al convertir el CO2 en sólidos, se pueden almacenar de forma permanente. La captura directa de aire también puede permitirnos reciclar nuestro carbono en lugar de producir más, pero el costo de comprar CO2 capturado es de $ 500 a $ 1,000 por tonelada, lo cual es muy costoso.
Los árboles mecánicos recogen grandes cantidades de CO2 incluso sin vientos creados artificialmente y funcionan completamente con energía renovable. El Departamento de Energía de ASU otorgó a Lackner $2.5 millones para continuar probando sus árboles mecánicos; esto permite establecer varias granjas mecánicas de árboles.
Con suerte, las pruebas tendrán éxito y los árboles mecánicos ayudarán en la lucha contra el exceso de emisiones de CO2. Dejando de lado todas las preocupaciones, los árboles mecánicos tienen un futuro brillante por delante.
Fuentes: The Conversation, Freethink