¿Sabías que los bosques son uno de los mayores sumideros de carbono de nuestro planeta?
Esto significa que absorben una enorme cantidad de carbono liberado a la atmósfera, un gas de efecto invernadero que contribuye al cambio climático y al aumento de la temperatura de la tierra.
El álamo, alto y majestuoso, es conocido por su naturaleza de rápido crecimiento y su corteza gris, blanca o negra. Living Carbon, una firma de biotecnología en San Francisco, CA, álamos modificados genéticamente. Según un estudio de cuatro meses realizado en su invernadero, los árboles modificados crecieron un 53 % más que sus contrapartes normales y almacenaron un 27 % más de dióxido de carbono.
En febrero de 2023, la empresa también plantó álamos modificados en el sur de Georgia. ¡Esta es la primera vez en los Estados Unidos que se plantan árboles diseñados fuera de un entorno de laboratorio controlado! Sin embargo, los datos de los árboles plantados al aire libre aún tienen que corroborar los resultados de las pruebas de invernadero.
Sigamos leyendo para aprender sobre los álamos modificados y lo que esto puede significar para nuestro futuro consciente del clima.
¿Cómo se modifican los árboles?
Todas las plantas se someten a la fotosíntesis, donde la luz solar, el agua y el dióxido de carbono se transforman en glucosa y oxígeno. Sin embargo, casi todos los árboles liberan un subproducto tóxico llamado fosfoglicolato en el proceso.
Para eliminar este subproducto, los árboles deben usar la energía recién producida de la fotosíntesis en otro paso conocido como fotorrespiración, que no produce energía y libera dióxido de carbono a la atmósfera.
Para evitar que las plantas desperdicien su energía, Living Carbon diseñó sus álamos con genes que se encuentran en la calabaza y las algas verdes. Primero probado en plantas de tabaco, los genes extraños convierten el subproducto tóxico producido por los árboles en azúcares, de modo que se puede usar más energía para capturar el carbono y el crecimiento de los árboles.
Los investigadores de Living Carbon están plantando sus álamos en terrenos privados que han sido perturbados previamente, como las minas de carbón abandonadas en Pensilvania. Los árboles modificados se plantarán entre nativos como liquidámbar y ciprés calvo para impulsar la biodiversidad y mantener la fertilidad del suelo.
¿Cuáles son las preocupaciones?
El biólogo de plantas Donal Ort de la Universidad de Illinois, Urbana-Champaign, sugiere que los álamos diseñados pueden no prosperar tan bien al aire libre o requerirán más agua y fertilizantes para mantener su rápido crecimiento.
Muchas organizaciones forestales sostenibles también han prohibido que se planten árboles modificados genéticamente en los bosques. Según el New York Times, "El Proyecto de Ecología de Justicia Global argumentó que los árboles de Living Carbon podrían... [interferir] con los esfuerzos para proteger y regenerar los bosques".
Aunque puede haber opiniones opuestas con respecto a los álamos modificados genéticamente, una cosa es segura: tienen el potencial de reducir los gases de efecto invernadero en nuestro medio ambiente a un ritmo más rápido. El esfuerzo de Living Carbon es sin duda un enfoque innovador para la crisis climática en curso.
Fuentes: NY Times, Smithsonian, Science, Scientific American, Living Carbon