Imagínese esto: estamos en el año 1882 y el mundo moderno acaba de empezar a emerger de la primera ola de industrialización liderada por Gran Bretaña. La electricidad y la obtención de energía acaban de dar un nuevo giro gracias a Thomas Edison y su último invento, la central eléctrica de carbón.
En los próximos años, veremos cómo crece nuestra dependencia diaria del carbón a medida que la electricidad generada a partir de carbón ilumina nuestras calles, alimenta nuestras estufas, mejora nuestro transporte y facilita que las fábricas se conviertan en un futuro de máquinas y fabricación.
Ahora volvamos a 2024, cuando Gran Bretaña, el primer país en tener energía a base de carbón, se convirtió en el primer país importante en eliminar por completo el uso de carbón en la producción de electricidad. Llegar a este punto no fue fácil, así que veamos el camino que tomó Gran Bretaña para lograr este momento histórico.
Despertar ante los impactos
A mediados del siglo XX, el carbón seguía siendo la base principal del sector energético de Gran Bretaña.
Sin embargo, poco después se produjo la Gran Niebla de 1952, que causó la muerte de más de 4.000 personas en Londres en cuatro días. El término “niebla” es una combinación de humo y niebla y se refiere al humo de color amarillo verdoso compuesto de hollín y dióxido de azufre. La causa de esta niebla fue la quema de carbón, que liberó gases de efecto invernadero y sustancias químicas tóxicas a la atmósfera que fueron inhaladas por los trabajadores.
La quema de carbón también ha contribuido a muchos problemas desde entonces, como la lluvia ácida, la contaminación del suelo y del agua y el calentamiento global. Los gases de efecto invernadero liberados por la quema de carbón son los principales responsables del clima extremo que estamos viendo hoy, así como del calentamiento de nuestros océanos y el derretimiento de los glaciares.
Según un análisis de Carbon Brief, las plantas de carbón en el Reino Unido (RU) han quemado "4.600 millones de toneladas de carbón y emitido 10.400 millones de toneladas de dióxido de carbono (CO2)" hasta la fecha, lo que produce más emisiones que la mayoría de los países.
Deshacerse del carbón
Desde entonces, Inglaterra ha comenzado su misión de reemplazar el carbón con alternativas como el gas natural, la energía nuclear y fuentes de energía renovables como los parques eólicos y solares. El gobierno fijó el precio del carbono y estableció objetivos de gases de efecto invernadero legalmente vinculantes, lo que obligó a reducir la producción de carbón y, finalmente, a suspenderla.
Además, regularon la contaminación del aire e impulsaron a las empresas de energía renovable asegurándose de que venderían a un precio rentable. En 2015, el gobierno de Inglaterra anunció el plan del país para deshacerse del carbón en una década y llevó a cabo con éxito este objetivo en 9 años.
Actualmente, en Gran Bretaña, el carbón solo se utiliza para la fabricación de acero, que contribuye solo al 2% de las emisiones del país. El éxito de Gran Bretaña es el resultado de la competencia de alternativas energéticas más baratas, junto con la política y la aplicación de la ley por parte del gobierno.
Este viaje está lejos de terminar. Debido al cierre del uso del carbón, muchos trabajadores se han quedado sin trabajo y se están tomando medidas para cerrar esta brecha en la mano de obra. Además, aunque el carbón, el combustible fósil más sucio, se ha eliminado, se necesitan medidas para reemplazar completamente el uso de gas natural y energía nuclear con energía renovable, y se necesita más innovación para que las fuentes de energía eólica y solar sean confiables y estables.
Sin embargo, gracias a Gran Bretaña, muchos países importantes como Estados Unidos se han animado a seguir el ejemplo de la eliminación del carbón. Por ahora, podemos celebrar este hito, que pasará a la historia como uno de los mayores pasos en el camino hacia una economía verde!
Fuentes: NPR, Washington Post, BBC, Our World in Data, Carbon Brief