Con sus habilidades icónicas para roer madera y dientes frontales prominentes, los castores son fantásticos ingenieros de presas. Pero puede ser una sorpresa saber que estos roedores acuáticos ahora están siendo reconocidos como héroes climáticos.
Hemos tenido una relación complicada con los castores, por decir lo menos. Durante siglos, los cazamos hasta casi extinguirlos por sus preciadas pieles. Sin embargo, también los consideramos plagas, ya que sus represas obstruyeron las vías fluviales, interfirieron con la agricultura y causaron inundaciones en áreas desarrolladas.
Sin embargo, los científicos están trabajando para cambiar la mala reputación del castor. A medida que el cambio climático exacerba los fenómenos meteorológicos como las sequías y las inundaciones, nuevos estudios han descubierto que los castores, de hecho, ayudan a mantener ecosistemas más fuertes, saludables y resistentes.
Las maravillas de la ingeniería de presas
¿Sabías que las represas de castores son más que troncos apilados al azar en arroyos y ríos? No solo cambian los ecosistemas sino que crean nuevos hábitats.
Las represas de castores crean humedales, estanques y ríos más anchos, todos los cuales fomentan la biodiversidad. Cuando un castor construye una presa por primera vez, la inundación inicial mata los árboles, pero los "obstáculos" restantes se convierten en importantes lugares de anidación para las aves.
Las ranas, los insectos y muchos otros animales también hacen sus hogares en las presas de castores. Cuando los castores abandonan sus presas, las áreas se convierten en praderas cubiertas de hierba que, cuando se inundan, crean nuevos hábitats de llanuras aluviales para muchas aves y peces.
Las represas ralentizan el flujo de agua y forman muchos refugios seguros para los peces. Los diques de castores no obstruyen a los peces migratorios y, de hecho, los toman como paradas en boxes porque las secciones de agua de movimiento lento les brindan un lugar seguro para esconderse y descansar.
Represas Contra el Cambio Climático
En los últimos años, California se ha vuelto cada vez más vulnerable a sequías, inundaciones e incendios forestales. La ola de calor sin precedentes de este verano y las temperaturas récord, acompañadas de fuertes tormentas, solo han empeorado estas condiciones. Los científicos ahora están recurriendo a las represas de castores para abordar estos riesgos climáticos.
Las represas actúan como acondicionadores de aire naturales. ¡Los estudios han encontrado que las represas de castores pueden reducir la temperatura del agua en más de 2.3 grados Celsius (4 grados Fahrenheit)! Sin embargo, este efecto refrescante no se limita al agua. De manera similar a cómo la evaporación del sudor enfría nuestros cuerpos, la evaporación del agua en los prados de castores enfría el aire circundante.
Al bloquear el flujo de agua, las represas empujan el agua hacia el subsuelo. Esto mezcla efectivamente el agua con aguas subterráneas más frías, lo que da como resultado arroyos y ríos más frescos y reservas de agua subterránea renovadas incluso durante períodos de sequía. La supervivencia de las especies de peces sensibles a la temperatura, como el salmón y la trucha, depende de que la temperatura del agua sea más fría.
Las represas también reducen el impacto de las inundaciones y evitan que se propaguen los incendios forestales. Los estanques creados por las represas actúan como cortafuegos, que evitan que las plantas se sequen y extinguen las llamas antes de que puedan quemar más vegetación.
Finalmente, al atrapar sedimentos en el fondo de los lechos de los ríos, las represas absorben y almacenan grandes cantidades de carbono de la atmósfera. Esta cualidad es crucial para los científicos que buscan aumentar el almacenamiento de carbono en los ecosistemas forestales.
Por todas estas razones, los funcionarios del Departamento de Pesca y Vida Silvestre ya están buscando reclutar castores en nuevos programas de resiliencia climática. Y el gobernador de California, Gavin Newsom, aprobó recientemente un nuevo programa de matrículas que ayudará a recaudar fondos para la restauración de los hábitats de los castores.
Así que la próxima vez que veas una presa, no ignores al humilde castor. ¡Sus dientes de conejo hacen mucho más que tallar madera!
Fuentes: Scientific American, Phy.org, VOX, The Conversation