Cuando pensamos en la civilización maya, nos vienen a la mente altas pirámides de piedra. ¡Pero estos pueblos antiguos eran bastante ingenieros!
Recientemente, los científicos hicieron un descubrimiento notable en la ciudad de Tikal en la actual Guatemala. Aquí, encontraron evidencia de un elaborado sistema de filtrado de agua dentro de uno de los depósitos de agua más grandes de la ciudad.
Creen que el sistema de filtrado se puede haber utilizado para eliminar metales tóxicos como el mercurio, las algas venenosas y las bacterias. Impresionantemente, estos materiales todavía se utilizan en la filtración de agua de hoy en día, lo que solo demuestra cuán avanzada tecnológicamente era la civilización maya.
Antecedentes de Maya y Tikal
Alrededor del 2600 a. C., una poderosa civilización indígena conocida como los mayas comenzó a asentarse en América Central. Aunque su población se centró principalmente en la actual Guatemala, sus ciudades se extendieron por la Península de Yucatán en México hasta Honduras.
Los mayas sobresalieron en matemáticas, astronomía, agricultura y escritura de jeroglíficos. También poseían impresionantes habilidades arquitectónicas y artísticas.
Tikal, ubicada en las selvas húmedas de Guatemala, fue una de sus ciudades más destacadas. El pueblo maya habitó esta zona en algún momento entre el 600 a. C. y 900 d.C., convirtiéndolo en un bullicioso centro cultural y construyendo más de una docena de pirámides de piedra.
Curiosamente, el nombre de la ciudad se traduce como "en el pozo de agua", que probablemente se refiere a los numerosos embalses construidos dentro de la ciudad. Dado que no había grandes masas de agua alrededor de Tikal, estos embalses fueron vitales durante los largos períodos de sequía entre noviembre y abril.
¿Cómo hicieron los científicos este descubrimiento?
Al examinar los sedimentos de varios de los reservorios de Tikal, los científicos descubrieron que Corriental, uno de los reservorios de agua más grandes de la ciudad, contenía significativamente menos contaminantes que los demás. Esto fue sorprendente ya que los mayas usaban sus jardines como sus baños, por lo que el agua que entraba al depósito normalmente no estaría limpia.
Para averiguar cómo fue posible, los investigadores utilizaron una tecnología conocida como análisis de difracción de rayos X, que se basa en longitudes de onda electromagnéticas para identificar la composición y estructura de los sedimentos.
Para su sorpresa, descubrieron cristales de cuarzo y zeolita, un tipo especial de mineral volcánico, incrustados dentro de estos fragmentos de sedimentos. La zeolita atrapa los metales pesados y los microbios en su estructura porosa, evitando que contaminen el agua. Estos minerales no se encuentran de forma natural en Tikal, lo que confirma que los mayas los usaban intencionalmente para limpiar el agua.
En el pasado, los investigadores han descubierto técnicas de filtrado de agua desarrolladas por civilizaciones antiguas en Egipto, Grecia y el sur de Asia. Sin embargo, este descubrimiento reciente prueba por primera vez que también existían sofisticados sistemas de filtrado en las Américas. Además, los mayas fueron los primeros en utilizar el mineral volcánico zeolita, lo que los convirtió en pioneros tecnológicos por derecho propio.
Aunque la repentina caída de la civilización maya aún no está clara, desenterrar uno de los primeros sistemas de filtración del mundo puede ayudarnos a comprender mejor a estos pueblos antiguos.