El 15 de enero, un volcán submarino con el nombre de Hunga Tonga–Hunga Haʻapai entró en erupción en el país de Tonga, un conjunto de islas ubicadas en el suroeste del Pacífico.
Fue la erupción más poderosa en décadas, causando un tsunami que destruyó muchas partes de las islas y tsunamis más pequeños que golpearon otras costas. Tres personas murieron por el impacto y la región ha sufrido casi $90 millones en daños
La erupción incluso condujo a la formación de una isla bebé temporal en las cercanías. ¡Los científicos lo llaman "absolutamente único" e informan que no han visto nada igual!
Impacto de la Erupcion
Por lo general, cuando un volcán entra en erupción en tierra, libera una cantidad mucho menor de vapor de agua y más gas de dióxido de azufre a la atmósfera. El dióxido de azufre tiene un efecto refrescante que dura unos meses.
El volcán Hunga Tonga–Hunga Haʻapai, sin embargo, es un volcán submarino. Dada la escala de la erupción, ¡envió una cantidad récord de vapor de agua 17 millas a la estratosfera! Los científicos creen que esto se debe a que el magma caliente interactúa con el agua para crear una enorme columna de vapor de agua.
Dado que el vapor de agua es un gas de efecto invernadero, atrapa el calor en la atmósfera y provoca un ligero efecto de calentamiento que puede tardar años en disiparse. Esta cantidad anormal de vapor de agua también podría influir en gran medida en la química de la atmósfera, impulsando reacciones que podrían empeorar el agotamiento de la capa de ozono, la parte de la estratosfera que protege a la Tierra de la dañina radiación ultravioleta del Sol.
Además, la erupción fue tan tremenda que envió una onda expansiva a todo el mundo, algo que no se había visto en medio siglo. La onda de choque se produjo debido a la gran cantidad de energía liberada por la erupción que hizo que el aire se comprimiera y generara una onda de presión.
Oportunidad para los científicos
Usando imágenes de drones y otros instrumentos, los científicos estiman que casi el 10% del vapor de agua normal en la atmósfera fue expulsado ese solo día, suficiente para llenar 58,000 piscinas olímpicas.
Esta erupción inusual ayudará a los científicos a estudiar el impacto de los gases de efecto invernadero para predecir mejor el clima y el cambio climático, la interacción del agua y la lava, y mucho más. Incluso ahora, ocho meses después de la erupción, los científicos e investigadores siguen estudiando este fenómeno y seguirán haciéndolo durante los próximos años.
Fuentes: NY Times, NASA, NPR, Science Daily