¿Sabías que el Ártico alberga el 22 por ciento de las reservas de petróleo y gas natural no descubiertas de la Tierra? Debido a este petróleo inexplorado, numerosas compañías petroleras se lanzan al Ártico con plataformas de perforación.
Una de esas empresas, ConocoPhillips, inició el Proyecto Willow, cuyo objetivo es ampliar las operaciones de perforación de la empresa. La administración Trump aprobó el proyecto en 2020 para cinco plataformas de perforación. Sin embargo, el presidente Biden redujo las operaciones a tres plataformas, lo que permitió a la empresa retener el 90% del petróleo que están extrayendo.
Antes de abordar la eventual prohibición por parte del presidente Biden de perforar millones de acres en el Ártico, comencemos con una breve historia de las perforaciones en el Ártico y el impacto que ha tenido en la política ambiental.
Exploración petrolera en el Ártico: una breve historia
En 1968, se descubrió petróleo en el campo de Prudhoe Bay a lo largo de la vertiente norte de Alaska. Esto marcó el comienzo de una era en la que se utilizaba el Ártico como medio estable para acelerar las industrias del petróleo y el gas. La finalización del oleoducto Trans-Alaska una década después permitió el transporte de petróleo desde Prudhoe Bay hasta el puerto de Valdez, una distancia de 800 millas.
Mientras tanto, las preocupaciones sobre el impacto en especies como el caribú, los osos polares y los prístinos ecosistemas árticos llevaron al establecimiento del Refugio Nacional de Vida Silvestre del Ártico (ANWR) como área protegida.
A medida que la sostenibilidad y el futuro de nuestro planeta se convirtieron en una preocupación importante en todo el mundo, ocho países (Estados Unidos, Rusia, Canadá, Dinamarca, Finlandia, Islandia, Noruega y Suecia) formaron el Consejo Ártico en 1996. El objetivo del Consejo es involucrar a las comunidades indígenas del Ártico, promover la interacción entre los estados del Ártico y garantizar el desarrollo sostenible y la protección ambiental en el Ártico.
A medida que aumentaba la demanda de petróleo, la administración Obama anunció un plan 2012-2017 para perforaciones marinas en el Ártico con el fin de explorar el 75 por ciento de los recursos recuperables de petróleo y gas en áreas marinas federales.
Cuando el presidente Trump asumió el cargo, su administración abrió a la perforación partes del Refugio Nacional de Vida Silvestre del Ártico en Alaska. Estas áreas habían sido reservadas como áreas protegidas debido a su valor ambiental. Durante su campaña de 2020, el presidente Biden prometió impedir nuevas perforaciones en el Ártico, una medida aplaudida por los ambientalistas.
Sin embargo, en marzo de 2023, el presidente Biden aprobó el Proyecto Willow Oil en la Reserva Nacional de Petróleo, lo que molestó a los activistas climáticos que creían que el presidente había incumplido su promesa. Biden, sin embargo, hizo reparaciones a principios de septiembre cuando anunció que 13 millones de acres de áreas silvestres en la Reserva Nacional de Petróleo en Alaska ya no estarían abiertas a la perforación.
Qué significa la prohibición
Los ambientalistas elogiaron la reforma ambiental del presidente, pero seguían decepcionados porque las propuestas no se aplicaban al Proyecto Willow Oil.
Muchos grupos nativos de Alaska dependen de la perforación para obtener empleo y dirigen sus ingresos hacia el apoyo a las escuelas. Sin embargo, algunos grupos nativos también han respaldado la prohibición, afirmando que algunas de sus tierras sagradas pueden estar a salvo del desarrollo petrolero. El presidente ha recibido críticas por amenazar potencialmente la independencia energética de Estados Unidos a medida que aumentan los precios del petróleo.
Sin embargo, la prohibición de perforar es un paso hacia el futuro del mantenimiento de una vida silvestre única en el mundo.
Fuentes: New York Times, Arctic WWF, CNN, Statista