Cuando los científicos en Japón recolectaron muestras de agua de nubes del Monte Fuji y el Monte Oyama durante muchos meses, ¡se llevaron una sorpresa!
Descubrieron partículas de nueve polímeros plásticos y caucho diferentes en las muestras.
Estas partículas microplásticas tienen estructuras moleculares que podrían estimular la nube para producir lluvia o hielo, y se encuentran comúnmente en diferentes cuerpos de agua alrededor del mundo.
¿Cómo podrían estas pequeñas partículas impactar la vida en la Tierra? Miremos un poco más de cerca…
¿Cómo llegan los microplásticos al aire?
Los fragmentos de plástico de menos de 5 mm se denominan microplásticos (MP). Los parlamentarios vuelan por el aire de varias maneras y dan la vuelta al mundo en un ciclo similar al del agua.
Entran en la atmósfera por varios medios: el 84% de los MP son lanzados al aire en vehículos, el 11% viajan por las salpicaduras del océano y las corrientes de viento, y el polvo del suelo agrícola contribuye con el 4% de los microplásticos en la atmósfera.
Después de flotar en el aire, los microplásticos ingresan a las nubes, donde pueden afectar el comportamiento y la formación de las mismas.
El plástico normalmente tiene propiedades "hidrófobas", lo que significa que repele el agua. Pero después de una larga exposición a la luz ultravioleta (UV), las partículas degradadas comienzan a atraer agua, volviéndose "hidrófilas".
Estas partículas hidrófilas son esenciales para la formación de nubes porque las moléculas de agua no pueden formar gotas lo suficientemente grandes como para formar una nube sin ayuda. Necesitan un núcleo sobre el que condensarse, y las micropartículas cumplen los requisitos.
Los MP pueden actuar como partículas nucleadoras de hielo (INP) o núcleos de condensación de nubes (CCN). Los INP son pequeños fragmentos transportados por el aire que crean la base para la formación de cristales de hielo en las nubes. Los CCN atraen vapor de agua para formar gotas de nubes.
Debido a que hay tantos microplásticos en la atmósfera que son hidrófilos, la condensación de nubes puede ocurrir a un ritmo más rápido. Estas nubes pueden verse afectadas de diferentes maneras, como la cantidad de precipitación que producen, cómo reflejan el sol y cuánto dura la nube.
Efectos graves
Los microplásticos son lo suficientemente pequeños como para emprender el ciclo de precipitación y evaporación junto con el agua adherida a ellos. Estos ciclos depositan MP en el agua potable, las precipitaciones y los océanos en particular.
Si los MP en el aire forman más nubes, reflejarán mayores cantidades de luz solar de regreso a la atmósfera. Este es un proceso llamado efecto de radiación indirecta y actúa para enfriar la Tierra.
Por otro lado, los MP en el aire degradados por los rayos ultravioleta en la atmósfera pueden liberar gases de efecto invernadero, que contribuyen al calentamiento del clima. No está claro qué efectos a largo plazo tendrán estos sucesos.
Estas partículas pueden dañar todo tipo de organismos vivos. Los parlamentarios aparecen dentro de los órganos del cuerpo y afectan los niveles hormonales. Los microplásticos son extremadamente tóxicos y su presencia puede provocar diversas enfermedades y síntomas.
Seguir adelante
Es importante limitar la cantidad de microplásticos que fluyen libremente por el aire, pero hay esperanza.
Algunos científicos sugieren que sólo las partículas extremadamente pequeñas (< 100 nanómetros), llamadas nanoplásticos, tienen el potencial de afectar la formación de nubes. Proponen que la presencia de MP más grandes en las nubes puede simplemente indicar que están siendo transportados.
Se necesitan más estudios para sacar conclusiones definitivas sobre las consecuencias de estas partículas en el aire. Mientras tanto, deberíamos utilizar materiales más respetuosos con el medio ambiente en nuestra vida cotidiana para proteger aún más nuestro planeta.
Fuentes: Yale News, Euronews, Mongabay, Earthday.org. NIH.gov